La principal medida de prevención es la compra de semilla certificada y verificar mediante el diagnóstico fitosanitario que se encuentre libre del virus.

Mantener una estación de lavado y desinfección de manos donde el personal deberá lavarse las manos antes de ingresar al invernadero y al retirarse.

Utilizar soluciones a base de fosfato trisódico (10%), hipoclorito de sodio (1-3%) e hipoclorito de calcio (1-5%) en tapetes fitosanitarios de desinfección y colocarlos en la entrada de los invernaderos.

Se debe realizar la limpieza estricta de las instalaciones y restringir el acceso al personal ajeno a las actividades

Realizar el lavado y desinfección de manos, ropa, herramientas, equipos, materiales e implementos agrícolas utilizados en las labores; así como las cajas utilizadas durante las actividades de cosecha; realizar la limpieza y desinfección del sistema de tutoreo del cultivo; la herramienta de trabajo debe ser exclusiva para cada campo de producción.

Una manera eficaz para reducir la presencia y/o controlar el virus es realizar la solarización del terreno del campo una vez que haya concluido el ciclo vegetativo del cultivo.

“Si observas síntomas sospechosos a Virus Rugoso del Tomate, acude al CESAVESIN o a la Junta Local de Sanidad Vegetal correspondiente y un técnico especializado te asesorará”.